El registro arquitectónico, con su aura de ausencia humana, sobreviviente del tiempo que transcurre, es un testimonio de la interpretación del espacio que otorga identidad a los lugares.

Su geometría, su color y la composición formal que  reconocemos como parte de un sitio familiar.

Silenciosos testigos, los sitios arquitectónicos, con la luz y sombra que los componen son parte fundamental de la historia, nuestra historia...

La mirada de Gabriela Machuca nos brinda la oportunidad de contemplar la arquitectura desde una perspectiva que realza lo perenne  de nuestra esencia .

Una mirada nostalgica de todos esos lugares que hemos transitados con nuestros pies y  nuestra capacidad para encontrar.